Aumenta a 832 el número de muertos por el terremoto y tsunami en Indonesia

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30 de septiembre de 2018

30 de septiembre de 2018

Las autoridades de Indonesia aumentaron a 832 el número de víctimas mortales que dejaron el terremoto y el tsunami del pasado viernes en la isla de Célebes (28 de septiembre). Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), informó que 821 de las muertes se registraron en la ciudad de Palu y once en el distrito costero de Donggala, ambas zonas las más afectadas por los siniestros.

La cifra, sin embargo, puede subir en los próximos días a medida que se tenga acceso áreas remotas y sin comunicación. El País reporta que hay muchos desaparecidos, muchas personas están atrapadas bajo escombros y los centros médicos de Palu se han visto sobrepasados en su capacidad de atender a los heridos. El viernes pasado, la isla de Célebes sufrió un terremoto de magnitud 6.1 que ocasionó una muerte y lesionó a veinte personas. Alrededor de tres horas después, ocurrió otro sismo esta vez de 7.5 de magnitud al que le sucedió un tsunami.

Las catástrofes dejaron incomunicada y sin servicio de luz a la región, dañó vías carreteras y miles de edificaciones. Desde entonces, los servicios de emergencia y especialistas de la Cruz Roja y el BNPB (Agencia Nacional para la Contramedida de Desastres) buscan supervivientes. Este sábado se había informado una cifra provisional de 385 fallecidos. Sin embargo, ahora el nuevo recuento de víctimas sigue incluyendo básicamente solo las de Palu, pues no hay información sobre el área de 300 kilómetros en la costa al noroeste también afectada por el maremoto.

El rescate contrarreloj se centra en el Hotel Roa-Roa

Las autoridades han explicado que decenas de personas quedaron atrapadas en los escombros de dos hoteles y un centro comercial en la ciudad de Palu, que fue golpeada por olas de hasta seis metros. En estos edificios es donde se están intensificando las labores de búsqueda de supervivientes.

[Un edificio] fue arrasado hasta los cimientos y se estima que pueda haber entre 50 y 60 personas sepultadas. Competimos contra el tiempo. Si hay supervivientes, deben de estar muy débiles. Hemos oído a gente que pedía ayuda

— Muhamad Syaugi, jefe de los servicios de emergencia

El presidente Joko Widodo llegó este domingo a Palu, epicentro de la catástrofe, y pidió ante las tropas desplegadas en la zona para ayudar en la búsqueda de supervivientes trabajar "día y noche" para terminar todos los esfuerzos relacionados con la evacuación. El aeropuerto de Palu, cerrado el sábado, reabrió el domingo para vuelos humanitarios y comerciales solo en el caso de que los pilotos puedan aterrizar sin ayuda técnica.

No hubo tiempo para ponerse a salvo. Yo me vi estrujado contra la pared en ruinas...escuché a mi esposa gritar pidiendo ayuda, pero luego hubo silencio. No sé que le pasó a ella ni a mi hija. Espero que estén a salvo.

— Dwi Harris, turista extranjero

En un comunicado, la Cruz Roja detalló que tiene "comunicaciones limitadas sobre la destrucción en la ciudad de Palu, pero no hemos oído nada de Donggala y esto es extremadamente preocupante. Hay más de 300.000 personas viviendo allí". Mientras, los afectados relatan cómo comienza a escasear el agua limpia, por lo que numerosas personas forman largas filas de espera para obtener agua potable o fideos instantáneos.

Hospitales desbordados y saqueos constantes

Los hospitales no dan abasto con la llegada de víctimas y muchos heridos tienen que ser atendidos al aire libre. Mientras, se están reportando numerosos saqueos en los pequeños comercios. En un supermercado con los vidrios rotos, hombres y mujeres llenan sus bolsas con todo lo que encuentran, asegurando que saquear es la única opción, ya que la ayuda no llega a la ciudad indonesia. Las autoridades indonesias anunciaron que no sancionarán a los saqueadores y compensarán a los propietarios de los comercios, según afirmó el ministro de Asuntos Internos, Tjahjo Kumolo.

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Fuentes

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