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Uribe acusa a las FARC de carro bomba en Bogotá y ordena rescate militar de secuestrados

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20 de octubre de 2006

20 de octubre de 2006

En un duro discurso, el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez atribuyó este viernes (20) a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) la autoría del atentado con carro bomba perpetrado el jueves (19) en la Escuela Militar de Guerra de Bogotá y que dejó 23 heridos. Asimismo, tras varias semanas de acercamientos con el grupo insurgente para obtener un acuerdo humanitario que permitiera la liberación de centenares de secuestrados a cambio de guerrilleros presos, Uribe suspendió los planes a fin de desmilitarizar dos municipios al occidente del país para posibles reuniones y ordenó el rescate de los plagiados por la vía militar.

Uribe acusó a alias Mono Jojoy de eventualmente llegar a tener "la cobardía de negar que ordenó, desde el refugio cobarde de la selva, este atentado contra la ciudad de Bogotá" y de "negar el mensaje que recibió de la persona a quien mandó a colocar este carro bomba, en el cual el terrorista miliciano, desde Bogotá, le informaba que ya había cumplido la graduación". También señaló que alias Raúl Reyes se escondía en regiones selváticas del Ecuador y que alias Iván Márquez hacía lo propio en Venezuela, si bien aclaró que lo hacían sin el consentimiento de esas naciones.

El mandatario también hizo referencia a las recientes acusaciones de montajes de atentados por parte de algunos miembros de las Fuerzas Armadas: "No podemos seguir en el error de que una discusión de falsos positivos interfiera la política de Seguridad Democrática. [...] Si hubiera alguien en la Fuerza Pública capaz de poner un camión con explosivos contra sus compañeros soldados, esa persona tiene que estar en la cárcel” y les pidió a sus hombres "lucha frontal contra todos los terroristas, lucha frontal contra los mal llamados paramilitares no sometidos a la justicia, persecución frontal a Vicente Castaño [jefe prófugo de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC)] para capturarlo".

A los países que sirven como facilitadores y garantes del intercambio humanitario, Francia, Suiza y España, Uribe les agradeció "el esfuerzo [...] para buscar el acuerdo humanitario", pero que "con acciones terroristas, el Gobierno no buscará acuerdo humanitario alguno con la FARC" y les solicitó a esas naciones "mientras haya acciones terroristas de la FARC, el apoyo que nos den sea apoyo militar, apoyo de inteligencia, para poder avanzar en la operación militar del rescate de los secuestrados”.

Finalmente, Uribe dijo que "hoy el único camino que queda es el del rescate militar y policivo de los secuestrados. No vamos a permitir que nuestra buena voluntad para el acuerdo humanitario siga siendo objeto de la farsa de las FARC, que trafica con el dolor de los familiares de los secuestrados en busca de una zona de despeje para recuperar su capacidad terrorista".

El discurso fue pronunciado la mañana del viernes en el mismo lugar de los atentados.

Reacciones

Yolanda Pulecio, madre de la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt, secuestrada desde febrero de 2002, dijo que "el Gobierno no buscará acuerdo humanitario alguno con la FARC. Con rabietas no se puede gobernar. Cuando todo iba bien y cuando estabamos albergando una esperanza, y pasa esto, no sabemos qué va a suceder". Calificó de "condena a muerte" la decisión de Uribe e incluso, en declaraciones a W Radio, Pulecio dejó abierta la posibilidad de que no fueran las FARC las responsables del hecho, ante una supuesta falta de pruebas, y que es probable que el atentado tuviera como fin acabar las gestiones en favor del acuerdo humanitario. "¿Qué es lo que saben acerca del personaje que se bajó de ese carro?", preguntó.

Por su parte, el ex presidente Alfonso López Michelsen le dijo a Caracol Radio que "habría que analizar qué elementos de juicio tuvo el presidente para dar ese viraje tan radical en el proceso con las FARC y hay que tener en cuenta a los enemigos del gobierno que quieren que se vuelva al camino de la fuerza y se rompa con el diálogo", además de recordar el fracasado rescate militar del Guillermo Gaviria, gobernador de Antioquia, y el asesor de paz de Antioquia, Gilberto Echeverry Correa, y de ocho soldados, que terminó con su muerte en 2003 por parte de las FARC.

Un escrito de la Agencia ANNCOL, que reproduce información de las FARC, por su parte, acusó al gobierno de Estados Unidos de estar detrás del atentado del jueves: "miramos hacia los agentes de la CIA y la DEA que por orden de su patrono, Mr. Bush, tienen la capacidad tecnológica y logística para adelantar tal atentado". Añadió que Uribe, "utilizando un lenguaje soez [...] cierra de un portazo" la posibilidad del acuerdo humanitario y sentenció que "si alguno de los prisioneros de guerra muere –en la selva o en las cárceles- es un crimen imputable a Uribe & Cía narco-paramilitar".

En la lista de los llamados "canjeables" hay alrededor de 60 secuestrados, entre ellos tres estadounidenses, la ex candidata Betancourt, varios políticos, militares y policías, algunos de los cuales están en cautiverio desde 1997.

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