Uruguay: Vázquez veta Ley de Aborto

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Tabaré Vázquez, Presidente de la República Oriental del Uruguay.

Montevideo, Uruguay
14 de noviembre de 2008

14 de noviembre de 2008
Montevideo, Uruguay
El Presidente de la República Oriental del Uruguay, Tabaré Vázquez vetó parcialmente, junto a la ministra de Salud Pública, María Julia Muñoz, la ley de Salud Sexual y Reproductiva, específicamente los artículos relacionados a la despenalización del aborto.

La esperada medida de Vázquez, quien desde su asunción en marzo del 2005 ya había anunciado su postura contraria al aborto, llegó luego de que el martes pasado las Cámaras dieran sanción a la ley, entre cuyos artículos se contemplaba la posibilidad de que una mujer pudiese interrumpir su embarazo antes de la duodécima semana en circunstancias como la pobreza extrema.

Fuentes gubernamentales informaron que, aunque el Presidente pretendía interponer el veto avalado por la mayoría de sus ministros, finalmente optó por formalizarlo sólo con la firma adicional de la ministra correspondiente, la de Salud Pública. Muñoz, que al igual que el Presidente es médica de profesión, había anunciado que pese a su convicción personal de coincidir con la legislación pasada en el Congreso, apoyaría la decisión del mandatario "por razones de lealtad y por hacer posible la expresión política del Presidente".

Consultado por el matutino montevideano El País, el ministro de Turismo y Deportes, Héctor Lescano, dijo ser el único ministro coincidente con la posición de Vázquez y destacó que el resto del gabinete apoyaba la legalización del aborto. "En casi cuatro años que llevamos juntos nunca pidió la firma de nadie y mucho menos en un caso donde pesan aspectos de conciencia, donde la libertad de acción es un elemento fundamental", declaró Lescano.

El proyecto será remitido nuevamente a la Asamblea General, es decir, las dos Cámaras reunidas, órgano que tiene la facultad de levantar el veto siempre y cuando haya una mayoría especial, o sea, que se reúnan dos quintos de los votos de los legisladores. La factibilidad de este recurso es ínfima, ya que la ley había sido aprobada sólo con el apoyo de los legisladores oficialistas, que representan una mayoría en ambas Cámaras. De no reunirse la Asamblea General en un plazo de 30 días o de no llegarse al quórum, el veto entrará en rigor indefectiblemente.

El diputado del minoritario Partido Independiente, Iván Posadas, manifestó al capitalino Canal 4 que el veto deja siempre "un gusto amargo ya que expresa la voluntad de una sola persona que, por un tema de conciencia, está imponiendo una ley que promovió la mayoría del Parlamento". Por su parte, los organizadores del proyecto podrían comenzar la recolección de firmas para convocar a un referéndum que faculte a la población a expedirse sobre el polémico tema.

Una portavoz del grupo CNS Mujeres, organización a favor de la ley, calificó el veto de "acto autoritario" y declararon que es un retroceso enorme para el sistema democrático del país. Varias ONGs anunciaron movilizaciones de protesta contra la medida de Vázquez y en defensa del proyecto. Mientras tanto, los opositores al aborto dijeron estar satisfechos de que el mandatario haya cumplido su palabra.

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