Mal encallamiento de un barco provoca un grave desastre ecológico en Antofagasta
Antofagasta, Chile
31 de octubre de 2005
31 de octubre de 2005
Antofagasta, Chile —
Un grave accidente marítimo se registró durante la madrugada del lunes 31 de octubre en las proximidades de la playa Las Petroleras, en el sector costero del centro norte de Antofagasta. Una mala maniobra de acercamiento a la rada de Antofagasta llevó al encallamiento del barco de carga Eider, lo que ocasionó la ruptura de sus estanques de combustible y el posterior derramamiento de hidrocarburos. En cuestión de horas, un radio aproximado de dos kilómetros han sido contaminados con hidrocarburos aún no precisados, pero que probablemente son petróleo o derivados de él.
Según Carlos Guerra, biólogo marino de la Universidad de Antofagasta, los daños provocados al ecosistema marino son irreparables. Según el experto, sólo queda esperar la destrucción del ecosistema y su renovación, proceso que podría llevar desde meses hasta años.
Los efectos ya se han hecho sentir y con el paso de las horas han aparecido las primeras especies muertas por efecto de la contaminación. Además se registró una serie de pobladores intoxicados, producto de las fuertes emanaciones del combustible. A estos daños se suma el fuerte impacto que tendrá el accidente en los pescadores del terminal pesquero, cercano a la playa Las Petroleras.
Las autoridades temen la probable contaminación de la playa artificial El Carboncillo, proyecto comunal que se había visto retrasado previamente por la contaminación de sus arenas con plomo y que vería nuevamente dañado su desarrollo. Por ello, el Eider fue remolcado bajo estrictas medidas de seguridad frente a la bahía de Antofagasta.
Tanto la nave de Hong Kong como los tripulantes de nacionalidad filipina se encuentran retenidos por la justicia, a la espera del sumario que deberá realizar la Gobernación Marítima de Antofagasta. Las autoridades comunales y regionales, por su parte, anunciaron la adopción de medidas legales contra los responsables.
El accidente se suma a las filtraciones previas, provocadas por los estanques petroleros ubicados a sólo metros del lugar.
