Huracán Paloma azota el Caribe

7 de noviembre de 2008

El huracán Paloma, que a las 4.00 pm, hora del este, azotaba la isla de Gran Caimán con intensidad de categoría 2 en la escala de huracanes de Saffir-Simpson, continúa fortaleciéndose a medida que avanza lentamente hacia el noreste, en dirección a Camagüey, Cuba. Se estima que impactaría la zona central de la isla el día sábado.

El ciclón, que se desarrolló a partir de un área de perturbación tropical el pasado día 5, se ha venido fortaleciendo y las autoridades del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos esperan que alcance un pico máximo de intensidad de categoría 3. Los gobiernos de las Islas Caimán y Cuba ya han dispuesto advertencias ante la llegada del ciclón que, para las primeras horas de la tarde de hoy, ya mostraba un ojo claramente definido.

Si bien la temporada de huracanes va desde el 1 de julio hasta el 30 de noviembre, los huracanes no son eventos comunes durante este último mes: de 1851 a 2006 sólo se registraron 5 en total. Cuando suceden, suelen tener un recorrido de suroeste a noreste, opuesto al de huracanes más tempranos.

Esto coloca a los habitantes de las islas caribeñas en una situación más precaria que en la que están frente a los ciclones que se mueven de este a oeste, puesto que las costas occidentales de las islas están, en general, más densamente habitadas. En tales casos, el daño provocado suele incrementarse, como sucedió en la isla de Barlovento al paso del huracán Omar, que también tuvo un recorrido similar al de Paloma.

La temporada de huracanes de 2008 ha sido particularmente devastadora para Cuba, que ya afrontó los embates de cuatro ciclones, en especial los huracanes Ike y Gustav, que barrieron el país en septiembre pasado arrojando pérdidas globales del orden de los 9.300 millones de dólares. Antes del comienzo de la temporada actual, los meteorólogos de la Administración Nacional Océanica y Atmosférica (NOAA, por su sigla en inglés) ya habían pronosticado que ésta sería una temporada particularmente activa.