Dilma Rousseff: "Desde ahora soy la presidenta de todos los brasileños"

1 de enero de 2011

La economista Dilma Rousseff asumió esta tarde como presidente de Brasil en Brasilia, acompañado por el ahora vicepresidente Michel Temer. La nueva jefa de Estado, de 63 años, ocupó cargos clave en el mandato de su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva y prometió "consolidar el modelo" del mandatario saliente.

A las 14.52 (hora local de Brasilia) Dilma prestó juramento en el plenario del Congreso Nacional, en una sesión presidida por el titular del Senado y ex presidente de la República, José Sarney. Casi una hora después, Lula Da Silva le entregó la banda presidencial en el Palácio do Planalto, la sede del gobierno brasileño.

"Mi trabajo será la continuidad de su legado, basándome en el pilar para ejercer la presidencia que él ha tenido: la fuerza de los pobres para levantar el país", dijo en su primer discurso de asunción. Rousseff, al igual que Lula, pertenecen al Partido de los Trabajadores (PT).

"No voy a descansar mientras haya en Brasil brasileños sin alimentos en su mesa, y niños pobres abandonados a su propia suerte", prometió la mandataria, quien afirmó que el país va a "profundizar la integración" con el resto de América Latina.

Con respecto a la relación con los medios, la presidenta aseguró: "Prefiero el ruido de la prensa libre que el silencio de las dictaduras" y recordó su lucha en la época de la dictadura. Asimismo, invitó a los partidos opositores a la cooperación: "A partir de este momento, soy la presidenta de todos los brasileños", declaró.

En su segundo discurso, luego de recibir la banda presidencial, Dilma agradeció a Lula da Silva. "La voluntad de cambio de un pueblo, su esfuerzo, su dedicación y su nombre ya están grabados en el corazón del pueblo, el lugar más sagrado de nuestra nación".

"La fuerza de estas transformaciones (las realizadas en el gobierno de Lula) permitió que ustedes tuvieran una nueva osadía: colocar por primera vez una mujer en la presidencia de Brasil", señaló. Luego reiteró que cuidará "con mucho cariño a los más débiles y los necesitados".

Además, agregó: "Trabajaré para que estemos unidos por los cambios necesarios. principalmente, en la lucha para acabar con la pobreza. Ahora es la hora de trabajar, es la hora de la unión de todos nosotros".

Da Silva se retira del poder con el 87% de aprobación popular, mientras que la primer mandataria goza del 73% de imagen positiva. Cuando termine la ceremonia el presidente saliente irá su residencia personal en São Paulo y visitará al ahora ex vicepresidente José Alencar, quien padece cáncer. Dilma Rousseff también tuvo un tumor linfático durante la campaña, del que logró curarse.