Usuario:Marta Agueda Aznar/taller

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Tema[editar]

Nuevas profesiones[editar]

Noticia con citas y referencias[editar]

Los trabajos del futuro[editar]

El momento actual dificulta entrever lo que sucederá a corto plazo en el mercado laboral. De un tiempo a esta parte nos hemos sorprendido viendo cómo las profesiones que se consideraban de primer nivel viven en una incertidumbre constante. Parece imposible determinar cuáles van a ser las profesiones que tendrán más demanda en el futuro, pero contamos con más información de lo que pensamos.

Entrever oficios concretos del futuro entra dentro del terreno de la ciencia ficción, pero los expertos tienen claro algo: no debemos dar por hecho que las profesiones de más alto nivel de nuestros días serán las mejor remuneradas dentro de 20 años. Los tiempos cambian, pero hay tendencias establecidas, como el envejecimiento de la población, el avance de la nanotecnología o el esperado auge de la sociedad del conocimiento, que harán que surjan nuevas profesiones.


Una de las profesiones por las que los expertos apuestan en el futuro podrían ser los abogados especializados en ciberseguridad. El nuevo mundo al que nos enfrentaremos en los próximos años, con el potencial que existe gracias al internet de las cosas, llega cargado de retos y riesgos jurídicos. No olvidemos que estas nuevas tecnologías son herramientas y que de su uso depende que sean buenas o malas para la sociedad. Hasta hace pocos años, la seguridad de los sistemas informáticos se atribuía a los especialistas de IT, pero los departamentos jurídicos comienzan a tener más protagonismo debido a la naturaleza trasversal de los peligros cibernéticos. Por ello, se hace necesario un marco de regulación que controle y castigue los malos usos de estas innovaciones. El desarrollo de este nuevo marco legal necesita de abogados con conocimientos en tecnologías y sus leyes, conscientes del impacto que estas tecnologías pueden tener en nuestras vidas y negocios, y especializados en delitos informáticos como el robo de datos, el fraude informático, la piratería, la revelación de secretos, de destrucción de datos? Estos profesionales trabajarán en un escenario de colaboración interdepartamental para responsabilizarse ante un incidente cibernético, ya que las consecuencias legales de estos pueden ser muy importantes. ¡Imagina lo que se complicaría la vida de una empresa si la base de datos de sus clientes se filtrara! Y ese es solo uno de todos los ciberriesgos a los que se enfrentan actualmente las empresas.

La figura de consultor de big data es, probablemente, la profesión con más posibilidades en el futuro. El doctor en economía Iñaki Ortega (2014) observa que, en nuestros días, en 48 horas se produce más información que toda la que se ha originado desde la Prehistoria al año 2000. Esa es mucha, mucha información. Y esta tendencia no hará más que aumentar cuando el internet de las cosas se implemente de forma definitiva en nuestras vidas. Alguien tiene que recoger, ordenar y analizar esa ingente cantidad de datos, y explicar a las empresas cómo utilizar esos datos: cómo se están utilizando sus productos, qué hábitos de consumo tienen los ciudadanos y cómo interactúan los usuarios con los diferentes estímulos que las empresas les mandan. Los profesionales encomendados a esta tarea tienen conocimientos analíticos, de programación y lógica, y suelen estar formados en matemáticas y estadística, que aplican a las nuevas tecnologías, pero cada vez hay más profesionales que proceden de ingenierías, administración de empresas y otras ramas del conocimiento. Actualmente, los sectores de consultoría, banca, seguros y telecomunicaciones son los que más demandan este tipo de profesionales.

Los expertos en marketing digital serán probablemente una realidad dentro de unos años. La irrupción de internet en nuestras vidas ha cambiado la manera en la que las empresas intentan vendernos sus servicios y productos, convirtiendo el mundo del marketing en una disciplina en constante cambio. Actualmente, el marketing vive una nueva revolución gracias al big data: tenemos más datos que nunca -y en los próximos años tendremos todavía más- para conocer el comportamiento de los consumidores, identificar sus necesidades y desarrollar el plan más eficaz para aumentar las ventas de una empresa. Este apasionante escenario abre más oportunidades que nunca dentro del mundo del marketing digital, con diversas herramientas para desarrollar estrategias que aporten valor a los consumidores y la posibilidad de medir la eficacia de nuestro trabajo casi en tiempo real para ajustar las estrategias. En los próximos años se crearán 108.000 nuevos puestos de trabajo en el sector del marketing digital cada año que apoyarán la transformación de las PYMEs españolas, y el negocio del marketing crecerá en 10 millones de euros: "La consultora McKinsey ha identificado que el 26% de las empresas tienen dificultades para cubrir los puestos que ofrecen en el mundo digital. Ya en 2015 las actividades en el ámbito digital acumularon el 15% de las ofertas de empleo y en 2016 hubo gran cantidad de vacantes en nuevos puestos intermedios como brand manager, account manager o marketing manager", nos cuenta Pablo Candela, portavoz del área de marketing de ENAE: "Además, serán necesarios perfiles muy especializados, como los expertos en marketing de contenidos y especialistas en e-commerce, SEM, SEO, analítica digital, big data, etc."

Otra de las profesiones sugeridas es la de ingeniero de reciclaje. En el futuro serán necesarios profesionales que se encarguen de diseñar productos con la previsión de facilitar el reciclaje de componentes. Aunque parezca mentira, esto es algo que todavía no se tiene demasiado en cuenta, pues no interesa al conjunto del sistema productivo, pero si seguimos por este camino llegará un momento en que el reciclaje no sea una opción, sino una necesidad.

El avance de la nano-tecnología es creciente, por tanto no sería de extrañar que surgiesen profesionales en este campo y se creasen puestos de empleo como el de nano-técnico y nano-médico. La nanotecnología es una disciplina incipiente que será de vital importancia en el futuro inmediato. Además, "la nanotecnología permite ver y tocar los átomos, manipular moléculas una a una, fabricar nanomateriales, construir nanodispositivos… y convertir en realidad algunos sueños de la ciencia-ficción." según señala Carlos Briones (2014). Uno de las profesiones más demandadas será la de médico-ingeniero, personas que conozcan a fondo la salud pero tengan conocimientos de tecnología que les permitan usar nuevas herramientas y técnicas, que serán cada vez más pequeñas y menos invasivas.

Los analistas y programadores de Internet de las cosas (IoT) son otras de las figuras profesionales con posibilidades. El Internet de las Cosas, el cual Almeida Calderón (2014, p. 5) define como "un nuevo Internet que permite la interacción entre personas, entre objetos y entre personas con objetos en referencia a la interconexión en red de los objetos cotidianos que a menudo están equipados con inteligencia ubicua" números que rodean al sector del Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) lo muestran con claridad: esta tecnología, que en 2014 ocupaba a 300.000 profesionales especializados, necesitará multiplicar por 15 su fuerza laboral para el año 2020, según las proyecciones de VisionMobile recogidas por la Universidad de Richmond. Cualquier cosa es susceptible de tener un sensor que nos aporte datos o nos permita interactuar con ella, todo se puede monitorizar. Y sobre esa máxima van a construirse las ciudades y los hogares del futuro. Van a hacer falta profesionales con conocimientos analíticos, de programación y lógica, que sean capaces de sacar partido a la llegada de estas tecnologías. Serán trabajadores formados en ingeniería informática, pero también del resto de las ingenierías con amplios conocimientos de programación, sobre el Internet de las cosas y, por supuesto, big data.

Dado el interés reciente en la realidad aumentada, la figura de arquitecto de nuevas realidades podría convertirse en un hecho en el futuro. Se espera que la realidad aumentada traiga consigo 110.000 millones de euros en 2020, según los pronósticos de la consultora especializada Digi-Capital frente a los 4.500 millones que se prevén para el 2016. Ese mismo año, la realidad virtual generará más de 25.000 millones y, detrás, hay mucho empleo que no podemos dejar escapar en ámbitos como el militar, la educación y, sobre todo, la empresa. Por todo ello, necesitamos personas con conocimiento de desarrollo de videojuegos, sociología y psicología. Su formación debe incluir programación, gamificación, realidad virtual y aumentada, complementados con nociones de humanidades. Esto abre una puerta para quienes empiecen por la programación y decidan avanzar hacia las humanidades, pero también para quienes desde la psicología o la sociología deseen avanzar hacia su aplicación a las nuevas tecnologías. Es importante añadir que, puesto que esta tecnología tendrá impacto en áreas específicas como la arquitectura “tradicional”, ahí también supondrá nuevas oportunidades laborales para personas que, desde esas disciplinas, quieran rentabilizar el desarrollo de la realidad virtual y la aumentada.

El perfil profesional de protésico robótico estará, aparentemente, muy demandado en un futuro próximo. Cada año entre 250.000 y 500.000 personas sufren una lesión medular, quedando, en muchas ocasiones “condenadas” para siempre a una silla de ruedas. Hace tan solo una década leer algo así nos hubiera llevado a pensar: es la vida, ¿no es cierto? Afortunadamente, eran otros tiempos y gracias a la llegada de los exoesqueletos mecánicos ya no hay por qué resignarse. Las prótesis robóticas también proporcionan ya la posibilidad de devolver miembros con todas sus funciones y controlados por la mente a quienes los perdieron. De hecho,existen varios tipos de prótesis activas en ña actualidad, por ejemplo: las prótesis mecánicas, las prótesis eléctricas, las prótesis neumáticas, las prótesis mioeléctricas y las prótesis híbridas (Dorador González, 2004). Esto significa que serán necesarios profesionales con conocimientos de robótica, impresión 3D, biología y, aunque parezca mentira, los avances en telepatía y telequinesis con tecnologías informáticas. El perfil será el de un médico o profesional de la salud familiarizado con esa tecnología.

Es probable que hagan falta diseñadores de redes neuronales robóticas e inteligencia artificial, pues la inteligencia artificial moverá en 2020 un volumen global de 65.000 millones de euros, según datos de la consultora especializada IDC, siete veces más que en la actualidad. Este crecimiento exponencial generará mucho empleo. Para que esa industria se desarrolle tendrá que haber personas especializadas en el funcionamiento de nuestro cerebro y en la tecnología necesaria para replicarlo de forma artificial y que semejante avance tenga aplicaciones concretas y útiles. El diseñador de redes neuronales ha de tener conocimientos lógico-matemáticos, de programación y, a ser posible, de filosofía para el desarrollo de nuevas aplicaciones sobre esta tecnología. Esta profesión abre una doble oportunidad: en primer lugar, para quienes estudiaron (o estudiarán) humanidades y se atrevan a formarse en programación de aplicaciones de inteligencia artificial, pero también para los que apostaron por la ingeniería informática (y las disciplinas técnicas) y deseen seguir el camino que empezaron. En este caso, para lograr crear un robot que piense como una persona, necesitarán apoyarse en determinadas ramas de las humanidades.


Las cifras hablan por sí solas: con la llegada del tsunami digital, el 47% del empleo actual desaparecerá dentro de una o, como mucho, dos décadas, según calcula la Universidad de Oxford (Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne, 2013) y otras instituciones. Por si fuera poco, el 90% de las profesiones que permanezcan sufrirán alguna transformación y requerirán la incorporación de nuevas competencias. Sin duda, llegan oportunidades sin precedentes para quienes apuesten por explorar y liderar el cambio.

Lista de referencias[editar]

· Almeida Calderón, E. Antonio. (2014). Diseñado para el Internet de las Cosas.

· Dorador González, J. Manuel. (2004). Robótica y prótesis inteligentes.

· Frey, C. and Osborne, M. (2017). The future of employment: How susceptible are jobs to computerisation?.

· Martín-Gago, J. Ángel., Briones, C., Casero, E., Serena, Pedro A. (2014). El nanomundo en tus manos.

· Ortega, I. (2014). Millennials.

Fuentes originales de la noticia[editar]

· Ayuso, Miguel, "https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-02-28/en-esto-trabajaremos-diez-profesiones-que-arrasaran-en-2020_202459/", El Confidencial, 14-jul-2017, https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2013-02-28/en-esto-trabajaremos-diez-profesiones-que-arrasaran-en-2020_202459/

· Lara, "http://www.laopiniondemurcia.es/finanzas-personales/2017/02/13/4-profesiones-futuro-puedes-estudiar/805525.html", La Opinión de Murcia, 15-feb-2017, http://www.laopiniondemurcia.es/finanzas-personales/2017/02/13/4-profesiones-futuro-puedes-estudiar/805525.html

· Leal, Silvia, "https://elpais.com/elpais/2016/10/26/talento_digital/1477502097_899751.html", El País, 15-nov-2016, https://elpais.com/elpais/2016/10/26/talento_digital/1477502097_899751.html