Tres años después, sigue sin resolverse el caso de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa

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26 de septiembre de 2017

26 de septiembre de 2017

Este martes se cumplen tres años de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. El caso, sin embargo, aún no se ha resuelto y los padres de los normalistas continúan buscando respuestas. "Jamás me imaginé que íbamos a pasar tanto tiempo así", asegura Blanca Luz Nava, madre de Jorge Álvarez. Asegura han sido tres años de "sufrimiento, angustia y desesperación". A lo largo de estos años, la investigación "se ha enredado tanto que la información al respecto se ha vuelto abrumadora", aclara El País.

Existen múltiples versiones sobre lo sucedido la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala de la Independencia, Guerrero. Sin embargo, no hay certeza sobre lo que sucedió. Además, suman 120 sospechosos detenidos, pero para ninguno se ha emitido una sentencia condenatoria. Para muchos familiares, el dolor dio paso al enojo, por lo que consideran engaños y burlas que han recibido por parte de las autoridades. El Gobierno de México ofreció su "verdad histórica" para explicar lo sucedido: policías corruptos entregaron a los estudiantes a manos del grupo criminal Guerreros Unidos, que los asesinó, incineró y arrojó sus cenizas a un río.

No obstante, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) determinó, con base en evidencia científica, que esa versión no era correcta. La teoría oficial enfureció a los familiares y a la sociedad, que salió a las calles a exigir justicia. El GIEI, enviado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, analizó pruebas y realizó su propia investigación. Concluyó que la verdad histórica se basaba en testimonios de arrestados obtenidos bajo tortura.

"El Estado está apostando a que nos cansemos y nos vayamos a casa, pero yo he dicho que como madre jamás me voy a cansar de buscar a mi hijo", asegura Luz Nava. El Grupo de Expertos también acusó al gobierno de obstruir su trabajo y señaló al Ejército Mexicano por no haber actuado durante la "cacería" de los estudiantes (la versión oficial señala que la policía de Iguala lanzó una feroz persecución de autobuses en los que viajaban los normalistas).

En su propia versión, el GIEI planteó la posibilidad de que de uno de los autobuses (vehículos tomados a la fuerza por los jóvenes para acudir a una manifestación de Ciudad de México) llevaba heroína. Por esa razón, los criminales "castigaron con ira". En un comunicado, la Procuraduría General de la República aseguró que "en todo momento se ha obrado con objetividad en el caso, cuya investigación constituye la más amplia realizada en época alguna por la PGR. Los más de 500 tomos del expediente así lo confirman". Detalló que suman 120 detenidos, 71 procesados por el delito de secuestro.

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