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Las inundaciones en España se encuentran entre los desastres climáticos globales extremos, advierte la ONU

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3 de noviembre de 2024

3 de noviembre de 2024

Este artículo contiene información al viajero
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La agencia meteorológica de las Naciones Unidas dijo el viernes que las inundaciones catastróficas en España, responsables de más de 158 muertes, son parte de un patrón creciente de desastres climáticos extremos y relacionados con el agua en todo el mundo.

"Casi todas las semanas somos testigos de estas imágenes inquietantes", dijo la portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Clare Nullis, durante una reunión de la ONU. Describió las "lluvias letales e inundaciones repentinas récord" que azotaron España, provocando decenas de muertes, daños generalizados y pérdidas económicas significativas, como el último ejemplo de una serie global de inundaciones devastadoras.

Nullis destacó que el mundo enfrenta ahora problemas recurrentes de exceso o falta de agua, y enfatizó que a medida que el clima se calienta, cada aumento de grado permite que el aire retenga un 7% más de humedad. Esto contribuye a las precipitaciones extremas, un punto apoyado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), que ha vinculado el aumento de las temperaturas con inundaciones y sequías más frecuentes y graves.

"Tormentas intensas similares han impactado el Mediterráneo en el pasado, poniendo de relieve la vulnerabilidad de la región", dijo Nullis. Tormentas recientes han liberado en apenas unas horas la cantidad de lluvia de un año en la región española de Valencia, provocando que los ríos se desborden y convirtiendo las calles en ríos de rápido caudal.

Omar Baddour, jefe de vigilancia climática de la OMM, destacó la susceptibilidad de la región a tormentas severas, particularmente a finales del verano. "Lo ocurrido en España, Portugal, el norte de Marruecos y Francia, con aire frío instalándose en una pequeña zona, generó inestabilidad atmosférica", explicó, provocando lluvias concentradas y potentes. "Estos fenómenos son comunes en todo el Mediterráneo y han provocado varios desastres en el pasado".

En respuesta, el gobierno de España declaró tres días de duelo nacional mientras las zonas afectadas, particularmente partes de Valencia, permanecen aisladas. El viernes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, reconoció que algunas regiones seguían siendo inaccesibles tres días después de la llegada de la tormenta. Miles de personas siguen sin electricidad, agua potable ni alimentos, mientras que muchas están atrapadas en sus hogares, con coches y escombros bloqueando las salidas.

Robles anunció que se han desplegado 500 soldados más y se espera que sigan más. "Si se necesita todo el ejército de 120.000 miembros, lo haremos", dijo en una entrevista con RTVE, enfatizando la necesidad de esfuerzos inmediatos de rescate, recuperación y apoyo. "No se trata sólo de números: hay mucho por hacer, desde localizar a las personas y abrir carreteras hasta ayuda psicológica, que se necesita con urgencia en medio de esta pérdida".

Un número desconocido de personas siguen desaparecidas. El alcalde de Sedavi, José Francisco Cabanes, pidió ayuda inmediata y advirtió de posibles riesgos para la salud si los cuerpos siguen sin recuperarse. "El ejército está utilizando drones en zonas inaccesibles", añadió Robles. "Este daño no tiene precedentes. Montones de vehículos pueden contener víctimas y familias. La tragedia es abrumadora; estamos haciendo todo lo que podemos".

La tormenta, uno de los desastres naturales más mortíferos de España, liberó en horas la lluvia equivalente a casi un año, convirtiendo las calles en ríos turbulentos. Muchos residentes fueron tomados con la guardia baja, y algunos intentaron trasladar sus automóviles a terrenos más altos o no eran conscientes de la gravedad de la inundación. Cuando las alertas de emergencia llegaron a los teléfonos, ya se habían producido daños importantes. Los servicios de emergencia se vieron abrumados y los esfuerzos de respuesta el martes por la noche se vieron obstaculizados por el clima extremo.

El primer ministro español, Pedro Sánchez, prometió un apoyo integral a la recuperación, mientras que la Unión Europea prometió asistencia para la reconstrucción. El Ministro de Transportes de España, Oscar Puente, informó que alrededor de 80 kilómetros de autopistas y caminos habían sido destruidos y que se esperaba que la principal carretera Valencia-Madrid se reabriera en diez días. Es probable que el tren de alta velocidad entre Madrid y Valencia permanezca cerrado durante dos semanas, lo que afectará a 100.000 titulares de billetes este fin de semana. Puente agregó que los servicios de trenes locales podrían tardar meses en restablecerse.

"La situación es crítica, con muchas zonas inaccesibles para cualquier tipo de vehículo", dijo Puente, subrayando que la atención sigue centrada en las personas desaparecidas y en la tragedia humana.

La tormenta sigue activa y ha provocado inundaciones adicionales, aunque menos graves, en toda España desde el martes. La agencia meteorológica española, AEMET, emitió el viernes un aviso rojo por fuertes lluvias en la zona de Huelva, Andalucía, y gran parte de la costa mediterránea de España también bajo aviso por tormentas en curso.

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Fuentes

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