Entregan los Ig Nobel 2018; entre los premiados, una autocolonoscopía y el uso de montañas rusas para tratar cálculos renales

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14 de septiembre de 2018

14 de septiembre de 2018

Este jueves (13 de septiembre) se entregaron los Premio Ig Nobel 2018, un galardón dedicado a las investigaciones reales, revisadas por pares y publicadas en revistas científicas que "primero hacen reír a la gente, y luego la hacen pensar". Son diez trabajos seleccionados por la revista Annals of Improbable Research (dedicada al humor científico) y cuyos premios se entregaron en una ceremonia celebrada en el Teatro Sanders de la Universidad de Harvard.

Cada ganador contó un minuto para su discurso de aceptación, al cabo del cual una niña de ocho años los interrumpía diciendo "Por favor detente, estoy aburrida". También se hicieron acreedores de un billete de 10 mil millones de dólares zimbabuenses, un homenaje a Gideon Gono, el gobernador del Banco de Reserva de Zimbabue ganador del premio de Matemáticas en 2009 por emitir esos billetes para "combatir la hiperinflación".

En el campo de la Medicina, los galardonados fueron Marc Mitchell y David Wartinger por su trabajo sobre el uso de las montañas rusas para ayudar a la expulsión de los cálculos en los riñones. Ambos crearon un modelo de esos órganos elaborado en 3D y en veinte ocasiones lo probaron en la Big Mountain de Disneyworld y concluyeron que era más efectiva que otras por su agitado recorrido y violentos movimientos en sentido vertical. Además, descubrieron que el asiento trasero es el lugar ideal. El estudio surgió luego de que múltiples pacientes afirmaran que expulsaron cálculos tras subirse a la atracción.

En Antropología, un equipo internacional liderado por Tomas Persson y Gabriela-Alina Sauciuc recibieron el premio por reunir evidencia de que los chimpancés imitan a los humanos tan seguido y tan acertadamente como los humanos imitan a los chimpancés. Por su parte, en Biología, otro equipo internacional, liderado por Paul Becher, fue premiado por sus estudios en los que demostraron que los enólogos pueden identificar, solamente guiados por el olor, la presencia de una mosca en una copa de vino. Los portugueses Paula Romão, Adília Alarcão y César Viana recibieron el reconocimiento en Química por medir la efectividad de la saliva como agente limpiador. Concluyeron que es especialmente útil en superficies doradas.

Al japonés Akira Horiuchi su trabajo "Colonoscopy in the Sitting Position: Lessons Learned From Self-Colonoscopy", en el que describía un método para realizarse una autocolonoscopia, le valió el premio en Educación Médica. Horiuchi aseguró a la BBC que aunque "puede parecer gracioso", "inserté el tubo en mi colon con un objetivo serio". En su estudio concluyó que el método "demostró ser no solo posible sino también simple y eficiente". De acuerdo con el investigador, en Japón muchas personas temen realizarse este procedimiento y se niegan a someterse a él. "Y debido a ese miedo, el número de muertes por cáncer de colon está aumentando". Por tanto, con su método buscó "que las colonoscopías sean más fáciles y menos molestas, para que menos personas sucumban a esa enfermedad".

Thea Blackler, Rafael Gómez, Vesna Popovic y M. Helen Thompson fueron premiados en Literatura por su trabajo "La vida es demasiado corta para un Manual de Instrucciones o RTFM", en el que demostraron que buena parte de la gente que usa "productos complicados", no lee los instructivos. El premio de Nutrición fue para James Cole, quien calculó que la dieta humana caníbal en el Paleolítico tenían un aporte calórico más bajo que otra dietas de carne. Por esta razón, para Cole la ingesta de congéneres "puede no haber estado motivada nutricionalmente". Un equipo de España y Colombia recibió el galardón de la Paz por "medir la frecuencia, la motivación y los efectos de gritar e insultar al conducir un automóvil". Para los científicos, gran parte de este comportamiento se asoció a estrés y cansancio.

En Medicina Reproductiva, otro equipo internacional fue premiado por monitorear, con estampillas postales, si pacientes con probable impotencia tenían erecciones espontáneas por la noche al dormir. Los voluntarios del estudio se envolvían el pene con una hoja de sellos antes de dormir y, por la mañana, se comprobaba si la línea de puntos estaba rota, lo que indicaba que habían tenido erecciones. Finalmente, en el área de Economía, un equipo internacional ganó con un estudio sobre si apuñalar muñecos de vudú es efectivo para combatir el estrés ocasionado por jefes abusivos. Sus resultados demostraron que, ante al vengarse con el muñeco que represente al empleador, se mitiga la sensación de injusticia.

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