Embarazo de la esposa del segundo hijo del Emperador japonés hace dudar a Koizumi de la reforma a la sucesión del trono

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Los príncipes Akishino (Fumihito y Kiko), durante la conmemoración del cumpleaños del Emperador Akihito en diciembre pasado

8 de febrero de 2006

8 de febrero de 2006

La noticia del embarazo de la princesa Kiko, divulgada a comienzos de la semana pasada, hizo dudar al primer ministro japonés Jun'ichirō Koizumi de la conveniencia de la reforma a la Ley de Sucesión al trono.

La princesa Kiko (también conocida por el título de Akishino), de 39 años y esposa del príncipe Fumihito, dará a luz a su tercer retoño en otoño, según anunció la Casa Imperial. En las circunstancias actuales, si el vástago es varón, ocuparía el tercer lugar de la sucesión, por encima de la princesa Aiko, de 4 años, hija del príncipe Naruhito, primogénito del actual Emperador Akihito y primero en la sucesión, y la princesa Masako, quien ha sufrido las presiones de no poder concebir a un varón.

Koizumi viene apoyando desde hace varios años una reforma a la Ley de la Casa Imperial, para permitir el ascenso de una mujer al trono japonés. Hace un año, se formó un panel gubernamental de expertos por iniciativa del primer ministro, con la misión de estudiar la conveniencia y la viabilidad de la reforma. A finales de octubre, el grupo recomendó la reforma, y semanas más tarde, acordó que el primogénito del emperador debería ocupar el primer lugar en la sucesión, sin importar su sexo. Si la reforma se aprobara en esos términos, la princesa Aiko pasaría a ser la segunda en la sucesión, después de su padre, el príncipe Naruhito.

Sin embargo, el embarazo de la princesa Akishino ha hecho que Koizumi dé marcha atrás a su plan: "La Ley debería ser promulgada de una manera que satisfaga a todas las partes con intereses, después de que el asunto se aborde con cuidado", declaró después de meditar y discutir con sus ministros. Horas antes, Koizumi había afirmado creer "que deberíamos permitir reinar a las mujeres y sus descendientes, por el bien del sistema imperial, que es el símbolo de Japón, a fin de garantizar una sucesión imperial estable". Así las cosas, los planes quedan suspendidos al menos hasta que el tercer hijo de la princesa Kiko nazca en otoño. La legislatura actual de la Dieta termina el 18 de junio y Koizumi dijo que abandonará sus cargos de primer ministro y presidente del PLD en septiembre.

Según varios sondeos de opinión, la mayor parte de la opinión pública nipona se muestra a favor de tener una Emperatriz. No obstante, existe todavía una férrea oposición por parte de los sectores más conservadores. Takeo Hiranuma, ex ministro de Economía, Comercio e Industria, dijo el pasado 1 de febrero que la reforma no debería darse porque cabía la posibilidad de que Aiko se casara con un extranjero: "si Aiko se convierte en emperatriz, y se involucra sentimentalmente con un extranjero de ojos azules mientras estudie en el exterior y se casa con él, su hijo podría ser el emperador".

La princesa Kiko tiene un doctorado en Psicología y se casó con el príncipe Fumihito, de 40 años, en 1990. La pareja tiene dos hijas, las princesas Mako, de 14 años, y Kako, de 11.


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